Add parallel Print Page Options

30 Y aunque procuraban aprehenderlo, ninguno le puso la mano encima, porque su hora aún no había llegado. 31 Pero muchos de la multitud creyeron en él, y decían: «El Cristo, cuando venga, ¿hará más señales que las que éste hace?»

Los fariseos envían alguaciles para arrestar a Jesús

32 Los fariseos oyeron que la gente murmuraba estas cosas acerca de él; entonces los principales sacerdotes y los fariseos enviaron guardias para que lo arrestaran.

Read full chapter